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Mostrando las entradas de marzo, 2005

Autor anónimo (*)

Antes que Roland Barthes defendiera la idea de hacer anónimo al autor, de divorciarlo de su texto, Tuñón cumplió, acaso sin proponérselo, con la consigna barthesiana. A modo de homenaje a Aída Lafuente, una mujer que murió peleando hasta el final, el poeta escribió La libertaria . Tiempo después, cuando visitó España durante un congreso de escritores, en un festival folklórico escuchó cómo cantaban su poema, al que habían musicalizado. Todos repetían sus versos, “estaba toda manchada de sangre... estaba toda manchada de cielo”, y Tuñón quiso decir: “El autor soy yo”. Pero no lo hizo. Se acercó al escenario y preguntó: “¿De quiénes son esos versos?”. Para su asombro le respondieron: “Anónimo, de autor anónimo”. Tenía 32 años y ya era autor anónimo, universal. En El poeta murió al amanecer (incluido en Canciones del tercer frente), Tuñón, que murió en 1974, anticipó cómo quería ser recordado: “Fue un poeta completo de su vida y su obra. Escribió versos casi celestes, casi mágicos, de inv

Mirando atrás: Nos siguen pegando abajo.

Con el correr de los días, el tipo y ella fueron encontrando un protocolo medianamente aceptable: hasta aproximadamente cinco metros, ni siquiera se miraban. A partir de esa distancia, no dejaban de mirarse. Por supuesto, no lograban hablarse. A duras penas cambiaban un hola lanzado a todos y a nadie y algún que otro monosílabo -si era inevitable y siempre que hubiera al menos otra persona presente-. Durante los viajes se seguían rastreando, mientras alternativamente hacían como que charlaban con alguien, como que leían, como que dormían, o como que miraban el paisaje. En el viaje de ida, el tipo había encontado un asiento bastante adelante, al lado de una rubiecita cuya principal virtud consistía en estar dormida ya cuando el tipo subía y dormir todo el viaje. Eso le ahorraba al tipo la incomodidad de la charla mientras tenía la cabeza en otra parte. De todos modos, cada mañana podía ver la cabeza pelirroja estirarse para verificar si subía. En el viaje de vuelta, el tipo descubrió qu

Queda prohibido

Queda prohibido llorar sin aprender, levantarte un día sin saber que hacer, tener miedo a tus recuerdos. Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo, no convertir en realidad tus sueños. Queda prohibido no demostrar tu amor, hacer que alguien pague tus deudas y mal humor. Queda prohibido dejar a tus amigos, no intentar comprender lo que vivieron juntos, llamarles solo cuando los necesitas. Queda prohibido no ser tú ante la gente, fingir ante las personas que no te importan, hacerte el gracioso con tal de que te recuerden, olvidar a toda la gente que te quiere. Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo, no creer en Dios y hacer tu destino, tener miedo a la vida y a sus compromisos, no vivir cada DIA como si fuera un ultimo suspiro. Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarte, olvidar sus ojos, su risa, todo, porque sus caminos han dejado de abrazarse, olvidar su pasado y pagarlo con su presente. Queda prohibido no

Nunca más

Tres poemas. Eso, nomás. Por qué cantamos M. Benedetti y A. Favero Si cada hora vino con su muerte, si el tiempo era una cueva de ladrones, los aires ya no son tan buenos aires, la vida nada más que un blanco móvil y usted preguntará por qué cantamos... Si los nuestros quedaron sin abrazo, la patria casi muerta de tristeza, y el corazón del hombre se hizo añicos antes de que estallara la vergüenza Usted preguntará por qué cantamos... Cantamos porque el río está sonando, y cuando el río suena suena el río. Cantamos porque el cruel no tiene nombre y en cambio tiene nombre su destino. Cantamos porque el niño y porque todo y porque algún futuro y porque el pueblo. Cantamos porque los sobrevivientes y nuestros muertos quieren que cantemos. Si fuimos lejos como un horizonte, si aquí quedaron árboles y cielo, si cada noche siempre era una ausencia y cada despertar un desencuentro Usted preguntará por qué cantamos... Cantamos porque llueve sobre el surco y somos militantes de la Vida y porque

Ella no leyó la descripción

El tipo se tomó el bondi como todos los días, pero en horario inusual. Esa línea cuenta con unas cuántas unidades de las que en el fondo tienen dos asientos, el motor y la puerta de descenso. Junto al anteúltimo asiento de a uno hay un pasamano vertical de piso a techo, donde al tipo le gusta ubicarse porque levanta el brazo y sostiene la mochilita. Cuestión que el tipo se va al dofón y se para ahí, colgado en uno de sus pensamientos recurrentes y delirantes de los últimos días. El bondi para en Puán y Pedro Goyena, esquina por la que pulula una variopinta fauna. Sube minita (entre veintipico y treintipico, el tipo perdió la habilidad de calcular edades femeninas...), jogging azul de esos que en la época de joven del tipo se usaban para ir a gimnasia. Ojos celestes claros, un metro cincuenta, pelo castaño oscuro recogido en un rodete descuidado. Ni linda ni fea... Va derechito hacia el mismo lugar y se para al lado del tipo, agarrándose del dichoso pasamanos vertical. El bondi arranca

Yo, consumidor

Vengo piloteando cierta recarga de laburo, combinada con pensamientos delirantes que no permiten hilvanar una redacción decente y presentable (me sale decente o presentable, las dos cosas no. Lo lamento...). Menos mal que existe ella , que escribe cosas inteligentes para que yo los mande a leerla...

Clase de español(*)

Una profesora yanqui de español le explicaba a su clase que, a diferencia del inglés, en español los sustantivos tienen género masculino o femenino. "House", por ejemplo, es femenino: "la casa". "Pencil", por otro lado, es masculino: "el lápiz". Un estudiante preguntó: "¿what gender is computer?". En lugar de darles la respuesta, la profesora dividió la clase en dos grupos, masculino y femenino, y les pidió que decidieran por sí mismos si el sustantivo debía ser masculino o femenino y que dieran tres razones para su decisión. El grupo de los muchachos decidió que "computer" debía ser definitivamente de género femenino ("la computadora"), porque: Nadie más que su creador puede comprender su lógica interna. Hasta el error más pequeño queda almacenado en la memoria a largo plazo para poder recuperarlo más tarde. En cuanto te comprometés con una, te encontrás gastando la mitad de tu sueldo en accesorios para ella. E

No hay imagen icónica más cool que la del Che!

Ayer o anteayer en un comment le decía a alguien que la realidad siempre supera la ficción. Bueno, pocas lecturas más insólitas he visto en los últimos tiempos que esta . Pero no por lo que dice la nota, sino por el desalentador hecho de que un diario realmente le dedique su contratapa a semejante pelotudez. Algo parecido me quedé pensando la semana pasada, viendo la entrevista de los dos muppets de "A dos voces" a mister K: nos guste o no, mister K habla clarito y va al punto, con lo que dejó al descubierto cantidad de tics y agachadas habituales, empezando por la crónica falta de respeto por el entrevistado y por el televidente que consiste en preguntar algo y no dejar contestar "porque tenemos que ir a un corte" (DOS veces lo intentaron. ¡Al presidente de la nación! -que, gracias a dios, se negó a la boutade y contestó antes) y siguiendo con la absoluta orfandad intelectual de estos preclaros exponentes de nuestra fauna "periodística"(?), particularmen

El Viejo de las ovejas (*)

Estaba un hombre dando de pastar a su rebaño de ovejas, cuando de repente aparece por el inhóspito camino una camioneta 4x4 reluciente. Se detiene frente al viejito y se baja un tipo de no más de 30 años. Se acerca al viejo y le dice: "Señor si yo le adivino cuántas ovejas tiene UD. en su rebaño, ¿me regala una?" El viejo responde con algo de asombro: "Sí, cómo no, haga nomás." Entonces el joven vuelve a su 4x4 y saca una Toshiba Tecra 9000 Pentium IV a 2.3Ghz con 512 MB de RAM. Se conecta a la web, baja una base de datos de 50 MB. Entra a una página de la NASA, mediante un satélite identifica la zona exacta de donde está el rebaño, calcula el promedio histórico del tamaño de una oveja tipo "Merino" mediante una tabla dinámica de Excel y, con la ejecución de algunas Macros personalizadas en Visual Basic, logra completar el diagrama de flujo. Luego de tres horas le responde al viejo: "Usted tiene 1347 ovejas, 256 machos y 1.091 hembras y 4 pueden estar

Mirando atrás: Si sabía no venía...

A la semana siguiente del desopilante almuerzo , el tipo había llegado a su escritorio. Encendió la compu y la dejó arrancar (era uno de los carromatos clásicos). Se fue hasta la cocina a prepararse el brebaje matinal (mate cocido o café: todavía no se había llevado su equipito de mate). Venía saliendo cuando, al final del larguísimo pasillo, la vio venir. El tipo midió la distancia que lo separaba de su escritorio y calculó que llegaba a tiempo para no cruzarla, así que se apresuró a volver a su cubículo, que compartía con otro. Él se sentaba a la izquierda, el otro a la derecha, casi dándose la espalda y dejando un pasillo entre ambos, perpendicular al de entrada. El tipo intentó enfrascarse en el estudio del sistema que debía mantener, pero permaneció atento a verla pasar. Ella no pasó. Escuchó que entraba en una de las oficinas al otro lado del pasillo y saludaba. Luego la escuchó emitir un "buenos días" de esos que se lanzan al aire cuando uno no sabe bien a quién saluda

Aclaremos, dijo Lemos

Ayer, el honorable camarada ChamameSoldier se refirió en un comentario en el post precedente a la "invitación a la lujuria sodomilitar inaugurada por Epaminondas, que defendió occidente de los Persas" . Se ve que limitado por el contexto de un comentario, no quiso extenderse más allá, por lo que, humildemente, cumplimos en llevar a vuestro conocimiento que la referida inauguración se produjo en ocasión de encontrarse el general paseando por el lugar donde acampaban sus tropas. En ese momento un desgarbado soldaducho de provincias, encandilado por la longilínea figura del general, lo llamó por su nombre, pero no pudo evitar que su mala dicción y pronunciación plagada de vicios del lenguaje resultara en: "Epa, minón! ¿Das?" . El general, tomado por sorpresa luego de meses de campaña apenas atenuada por callosas autoayudas, sólo atinó a responder "y bueeeno, si me lo preguntás así...", dando origen a la lujuria sadomilitar mencionada. Ah, y como ayer cometim

Cosita linda

El tipo estaba en la "colimba". Era lo que se llama un soldado "viejo", es decir, de los que llevan cerca de un año y ya conocen la dinámica del asunto, así que a algunas cosas les dan pelota y a otras no. El cabo primero lo había adoptado de terapeuta ad-honorem -rol que por alguna ignota razón demasiada gente le encaja desde los diez o doce años...- y le contaba su vida, sus historias familiares, sus mambos con la novia, etc., usándolo de hombre de consulta. Ese lunes, el cabo primero llegó un tanto demacrado, como si hubiera descansado mal, nervioso, mal vestido y mal afeitado. Le contó al tipo que el sábado a la noche, con un grupete de camaradas de armas se habían ido a ese cabarute que el tipo no sabía bien si era en San Miguel, Palomar, o para el lado de Pilar o Tigre, vaya a saber. Lugar con buena onda, del que eran habitués varios de sus compinches de juerga. Cuestión que cada uno hizo lo que pudo, y el cabo primero se apalabró a una minita que navegaba el

Otro llamado a la solidaridad.

Hace nada más que dos meses. Otras historias ocupan hoy los titulares de los diarios. Pareciera que otros intereses ocupan, también, los esfuerzos de algunos de los damnificados. Porque en su momento me pareció bien pedirles que se dejaran ayudar. Por lo que nos pegó. Por lo que nos hizo lagrimear. Por que no termine como parece. Los que pusieron el cuerpo el día de la tragedia -de cualesquiera de las formas posibles, desde víctimas y familiares hasta socorristas-, deberían leer éste artículo con detenimiento y sin preconceptos.